26/2/10

Primer viaje a las estrellas


Recuerdo que temblabas al acariciarme...

Yo también lo hacía.

Mezcla de deseo, ansia, hambre, sed, anhelo, expectación, delirio... y todo contenido en ti y en mí.

Pero ya no había que controlarlo más.

Me desnudaste despacio, como a cámara lenta.

Tardaste una enternidad en liberarme de casi toda prenda mientras yo iba haciendo lo mismo contigo, algo más veloz, algo más agitada que tú... tus besos y susurros me frenaban para que todo fuera muy lento... - "no hay ninguna prisa", me decías con la respiración entrecortada.

Pero sí unas ganas locas de ti, de nosotros.

Y tú de mí.

Despacio continuaste comiéndome a besos... tus labios recorrían cada pliegue, cada rincón, cada centímetro de mi piel y yo me sentía morir de tanto deseo mientras mis manos acariciaban cada célula de tu cuerpo al mismo tiempo.

- ¿Sabes cuánto te deseo, mi niña?... esas palabras mágicas fueron la chispa definitiva que encendió ya sin vuelta atrás mi llama abrasadora por ti.

- Seguro que tanto como yo a ti, te dije... y sin dejar de besarme me fuiste recostando en la cama. Despacio, muy despacio...

No apartaste tus labios de los míos en todo el rato que tardamos en acoplarnos, que me pareció una eternidad de tantas ganas que tenía por sentirte dentro, y que tú intentabas alargar al máximo para deleitarnos el uno en el otro hasta el infinito.

Y al fin entraste. Y al fin te recibí. Y al fin nos sentimos hasta lo más profundo de nuestros cuerpos. Y al fin te tuve, y tú a mí. Y al fin fui tuya, y tú mío.

Y no saliste ni te dejé salir hasta bien entrada la noche, cuando estaba a punto de llegar el día. Horas y horas extasiándonos de una pasión tierna y salvaje, veloz y lenta, sin cansarnos el uno del otro, sin querer ni poder parar.

Y amaneció, y yo dormitaba entre tus brazos en medio de las sábanas revueltas, oliendo a nosotros. Apretujada contra ti sin querer soltarme, vi los primeros rayos de sol entrando por la persiana a medio bajar, sonreí medio dormida, medio despierta, y antes de dejarme vencer del todo por el sueño me acerqué a tu cuello, te besé y en un susurro te dije:

- Gracias por este precioso primer viaje a las estrellas, amor.

1 comentario:

  1. Maravillosooo en verdad que magia el poderte leer, cuidateee y que estes de lo mejorrrrr, saludos desde Méxicooo, espero seas mi seguidora como yo ya lo soy de tiii

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